Como necesito cultivar el jardín del Nuevo frente popular, estuve en la biblioteca buscando libros sobre 1936 en Francia. Y me llamó la atención la fuerza emancipadora de las imágenes.
Multitudes de puños en alto,
Hoy es el 4 de agosto, tregua olímpica o no, somos varios los que saludamos este día. ¡El aliento de la abolición de los privilegios merece todas las medallas del mundo!
Multitudes de puños en alto,
gorras y mujeres con sombreros,
bicicletas y tándems,
blusas y monos,
la orilla del rio,
la playa,
tiendas de campaña improvisadas,
fábricas ocupadas,
alegrías multiplicadas,
niños en todas partes,
el gran Blum de gafas redondas y sus ministras,
el primer billete anual de vacaciones pagas,
trenes y playas tomadas por asalto,
bailes de musette improvisados en los patios.
Y de nuevo la playa,
y otra vez la orilla del agua
Ver el álbum aquí
Por supuesto, antes se ven las imágenes de las revueltas del febrero del 1934. Y después en 1937, la division, la falta de solidaridad con la República española y la maldita "pausa" de las reformas.
Sin embargo, en nuestra larga memoria, la gloria luminosa del 1936 brilla con tal fuerza que despierta la ternura y el deseo de justicia: nos esperan la victoria de la unidad de la izquierda, la fuerza de las huelgas que empujan a cambiar la vida, la revancha del trabajo sobre el capital, el tiempo recuperado.
bicicletas y tándems,
blusas y monos,
la orilla del rio,
la playa,
tiendas de campaña improvisadas,
fábricas ocupadas,
alegrías multiplicadas,
niños en todas partes,
el gran Blum de gafas redondas y sus ministras,
el primer billete anual de vacaciones pagas,
trenes y playas tomadas por asalto,
bailes de musette improvisados en los patios.
Y de nuevo la playa,
y otra vez la orilla del agua
Ver el álbum aquí
Por supuesto, antes se ven las imágenes de las revueltas del febrero del 1934. Y después en 1937, la division, la falta de solidaridad con la República española y la maldita "pausa" de las reformas.
Sin embargo, en nuestra larga memoria, la gloria luminosa del 1936 brilla con tal fuerza que despierta la ternura y el deseo de justicia: nos esperan la victoria de la unidad de la izquierda, la fuerza de las huelgas que empujan a cambiar la vida, la revancha del trabajo sobre el capital, el tiempo recuperado.
Hoy es el 4 de agosto, tregua olímpica o no, somos varios los que saludamos este día. ¡El aliento de la abolición de los privilegios merece todas las medallas del mundo!
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